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Bosque mesófilo de montaña o de niebla

Bosque mesófilo de montaña o bosque de niebla

El bosque mesófilo de montaña, también conocido como bosque de niebla, es una unidad climática que se clasifica dentro de los bosques húmedos tropicales y subtropicales. Como su nombre indica, se caracteriza por ser un ambiente con una alta densidad de niebla a nivel del dosel de las especies vegetales arbóreas.

Aunque los bosques de niebla pueden presentar componentes de biodiversidad muy variado entre una región y otra, existen similitudes en cuanto a las características climáticas, fisonómicas y ecológicas. Debido a la dificultad que existe para clasificar el tipo de vegetación que se encuentran en diversas bioregiones del planeta, este tipo de bosque ha recibido una variedad de nombres distintos como bosque mesófilo de montaña, bosque de niebla, bosques húmedos, selva o bosque nublado, entre muchos otros.

El bosque de niebla puede ser encontrado en regiones como Centro y Suramérica, algunas partes del Caribe, sureste de Asia, este de África y Nueva Guinea. La extensión de estos ecosistemas ha disminuido de manera importante en las últimas décadas, pues en la actualidad se estima que solo un 1% de los bosques pertenecen a esta clasificación, en contraste con el año 1970, cuando se estimaba que el bosque mesófilo de montaña constituía aproximadamente el 11% de los bosques del planeta.

El calentamiento global, deforestación desenfrenada y otras actividades de origen antropogénicas son los responsables de esta abrupta disminución.

Características de un bosque mesófilo de montaña

El bosque mesófilo de montaña se caracteriza por presentar precipitaciones entre moderadas y abundantes, así como una condensación que persiste por el enfriamiento del aire, que va cargado de humedad y se desvían hacia las montañas. Todo ello ocasiona que el bosque de niebla mantenga durante todo el año, una capa de nubes a nivel del dosel. A pesar de contar con una gran biodiversidad, se trata de bosques poco comunes a nivel mundial, puesto que son sensibles a las condiciones climáticas regionales, además de la elevación y distancia del mar.

En general, el bosque mesófilo de montaña representa el límite inferior de los bosques templados, además de encontrarse en la porción superior de bosques húmedos tropicales. Resulta difícil poder caracterizar estos ecosistemas, pues cuenta con aspectos florísticos y vegetales de las otras unidades con las cuales colinda. La formación de la neblina se debe al alto contenido de humedad atmosférica de estas regiones. La asociación de especies es diversa y compleja, con comunidades que varían en fenología, altura y especies predominantes. Las comunidades pueden variar entre las laderas del bosque de niebla, lo que le confiere altos niveles de heterogeneidad a estas zonas de vida.

En general, el bosque mesófilo de montaña cuenta con elementos tanto de zonas tropicales como de regiones más templadas. De esta manera, se pueden encontrar gran variedad de especies vegetales arbóreas, pteridofitas, briofitas, trepadoras y epífitas. Asimismo, desde un enfoque biogeográfico, resulta bastante interesante, puesto que tiene afinidades con variadas comunidades vegetales.

Variables ambientales y clima del bosque de niebla

Según diversos estudios, el bosque mesófilo de montaña puede encontrarse hasta los 2800 metros de elevación, con una altitud media de 1700 metros. Sin embargo, el rango de altitud de todos los bosques calificados dentro de bosques húmedos y nubosos va desde los 220 metros a los casi 3000. Es por ello que aspectos como el clima resulta muy variable entre una región y otra.

Algunas aproximaciones indican que la precipitación media de estos ecosistemas ronda los 2000 mm por año, con un rango amplio que va desde los 500 hasta 10000 mm/año. La temperatura media es de 17 °C, aunque puede variar entre los 5 y 20°C. Se estima también, que los bosques de niebla se encuentran retirados de la costa más próxima por al menos 350 km.

En general, existe una franja de elevación en la que los factores y ambiente atmosféricos permiten que se desarrolle un bosque mesófilo de montaña. En estas regiones existe una reducción de la luz solar directa debido al denso dosel superior, lo que disminuye a su vez la evapotranspiración. Por otro lado, la humedad disponible para las plantas de menor estrato, llega en forma de goteo cuando se precipita la niebla sobre las hojas de los árboles y gotea hasta las especies arbustales y el suelo.

Definir bien un bosque de niebla es una cuestión bastante ambigua, ya que en muchas regiones se emplean términos diferentes como bosque húmedo montano, bosque afromontano, bosque musgoso; o incluso términos más específicos como yungas bolivianas. En ocasiones también se acuña el término de bosque de niebla a bosques tropicales y regiones templadas, donde se presentan condiciones meteorológicas semejantes a las del bosque mesófilo de montaña.

Flora del bosque de niebla

Si bien la composición de especies puede variar entre un bosque de niebla y otro, los organismos vegetales suelen ser cortos y torcidos, con especies leñosas, pero estas resultan menos diversas que en los bosques secos. Los briófitos (musgos), helechos, epífitas y líquenes se ven muy favorecidos en el bosque mesófilo de montaña, debido a los altos niveles de humedad. En estos ecosistemas se encuentran una gran variedad de plantas como bromelias y orquídeas, que crecen sobre troncos y ramas de las especies arbóreas.

Otras plantas, como los helechos, pueden alcanzar grandes tamaños, al igual que otras especies herbáceas. En algunas regiones tropicales o templadas, los bosques con crecimiento abundante de musgos pueden conocerse como bosques de elfos. La composición vegetal del bosque de niebla forma coronas densas; los árboles y otras especies exhiben hojas de pequeñas dimensiones, coriáceas y gruesas. La biomasa y diversidad de especies es abundante y existe un alto nivel de endemismo.

Fauna del bosque mesófilo de montaña

Al igual que en las comunidades vegetales, la fauna del bosque mesófilo de montaña también muestra un gran endemismo. Esto significa que la composición y riqueza de especies varía enormemente entre una región y otra. Sin embargo, algunos grupos como los anfibios se ven muy favorecidos por los niveles de humedad, por lo que han conseguido una gran radiación en este tipo de ecosistemas. La composición faunística tiene un papel importante en el ciclado de nutriente y supervivencia del bosque. En los bosques de niebla de América se encuentran mamíferos muy representativos como el oso de anteojos Tremarctos ornatus, que también habita ambientes de páramo y subpáramo.

Importancia

El bosque de niebla o mesófilo de montaña cumple un papel fundamental en la dinámica de todos los ecosistemas del planeta. Estas zonas de vida albergan una gran biodiversidad de especies, muchas de las cuales son endémicas de dichos lugares. Además de esto, interfieren de manera positiva con el ciclo hidrobiológico, al aumentar los niveles de precipitación hasta en un 10%.

Como se ha mencionado, estas unidades ecológicas requieren de condiciones específicas para subsistir, lo cual los hace muy vulnerables a los cambios climáticos. Según algunos estudios de modelado climático, se estima que estos bosques podrán extenderse en altitud en algunas regiones, donde la nubosidad se reducirá en las regiones más bajas y aumentara en el límite superior.

Al aumentar la temperatura y verse afectado el ciclo hidrobiológico por el desplazamiento altitudinal de estos bosques, es posible que muchos otros ecosistemas se sequen drásticamente, ocasionando la extinción de muchas especies vegetales como epífitas y briófitos, así como animales que dependen de la humedad para sobrevivir, como los anfibios y algunos reptiles. En conclusión, si el bosque mesófilo de montaña desaparece, la biodiversidad a nivel mundial se verá gravemente afectada.

Resumen, esquema sobre bosque mesófilo de montaña o bosque de niebla

Referencias

  1. Britannica, T. Editors of Encyclopaedia. cloud forest. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/science/cloud-forest-ecology
  2. Foster, P. (2001). The potential negative impacts of global climate change on tropical montane cloud forests. Earth-Science Reviews, 55(1-2), 73-106.
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  4. Jarvis, A., & Mulligan, M. (2011). The climate of cloud forests. Hydrological Processes, 25(3), 327-343.
  5. Stadtmüller, T. (1987). Cloud forests in the humid tropics: a bibliographic review.

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