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Familia de las orquídeas
La familia de las orquídeas (Orchidaceae) es muy diversa, se han calculado que existen entre 25.000 y 30.000 especies distribuidas en 1800 géneros, esto hace que se constituyan como la familia más extensa de plantas con flores, angiospermas, en el mundo. Se integran, según algunas clasificaciones, en la clase de las monocotiledóneas (Monocotyledoneae) y orden Asparagales.
Además del gran número de especies naturales, existen alrededor de 100.000 híbridos hechos por el hombre y este número sigue en aumento.
Hábitat
Su distribución es amplia y se encuentran en todo tipo de climas, excepto los extremos. Se encuentran orquídeas en cualquier hábitat terrestre en el que las plantas puedan crecer: en cumbres montañosas con climas bajos, selvas húmedas tropicales, regiones árticas y en los desiertos.
Tipos de crecimiento
Epífitas
Son las orquídeas que viven en los árboles, estas no obtienen nutrientes del árbol, solo aprovechan para situarse en la ramas y beneficiarse de una mayor cantidad de aire y luz solar. Otra ventaja de vivir a mayor altura es que existe mayor abundancia de organismos polinizadores.
Existe un fuerte vínculo entre la especie de orquídea y su árbol hospedero, no se saben los motivos pero probablemente este fenómeno esté relacionado con la textura de la corteza en donde enraízan o a los nutrientes disponibles; aunque la orquídea no se nutre del árbol si comparte el espacio con bromelias, helechos y musgos, debajo de estos organismos penetran sus raíces y se alimenten de las hojas en estado de descomposición, excrementos de animales y la humedad del aire.
Para resistir los periodos de sequía, las orquídeas han desarrollado órganos que almacenan agua, denominados pseudobulbos, y raíces aéreas que les permiten absorber la humedad del aire.
Algunas especies son saprófitas y viven en árboles en descomposición, son especies menos duraderas que deben desarrollarse rápidamente y producir pronto semillas para que la siguiente generación pueda trasladarse a nuevos hábitats.
Terrestres
Se denomina terrestres a las plantas que crecen sobre la tierra, se distribuyen en toda clase de climas y tipos de suelo, son tan variadas como las epífitas pero su cultivo no es tan popular, en parte porque es difícil pero además las orquídeas terrestres no suelen ser tan vistosas como las epífitas.
Suelen desarrollarse de un tallo único que surge de un bulbo o de una masa de raíces rizomatosas. El tallo termina en el capítulo floral que puede tener una o varias flores. En invierno sobreviven las partes subterráneas que producen nuevos brotes en primavera.
Es posible que las orquídeas epífitas desciendan de los árboles y, en condiciones idóneas, se establezcan en el suelo, de igual modo, las semillas de las orquídeas terrestres pueden desarrollarse si se asientan en ramas donde encuentren condiciones adecuadas. Las orquidáceas siempre encuentran la forma de prosperar cuando las condiciones son propicias.
Litófitas
Este tipo de orquídea prospera en los riscos o laderas rocosas, obtienen sus nutrientes de forma similar a las epífitas, penetrando sus raíces en las hendiduras de las rocas y bajo los mantos de musgos.
Hojas
Las hojas de las orquidáceas simpódicas parten del seudobulbo, tallos engrosados que guardan agua y reservas alimenticias para épocas de sequía, y pueden haber una o varias hojas, las cuales varían de color desde verde claro a oliva oscuro, encontrando algunas especies con hojas jaspeadas.
Las orquídeas monopódicas tienen un único rizoma vertical desde el que crecen pares de hojas en ángulo recto.
Algunas especies pueden existir sin follaje durante largo periodos de tiempo y producen las hojas solo en época de crecimiento, otras especies son subterráneas y no poseen hojas, dependen completamente del hongo simbionte para su nutrición, finalmente también se encuentran especies sin hojas que contienen la clorofila en las raíces.
Flores
Existe una gran variedad de tipos de flores entre las orquídeas, sin embargo teniendo en cuenta que gran parte de éstas son polinizadas por insectos, se describe a continuación la estructura general relacionada con este tipo de flor.
Cada flor posee tres sépalos y tres pétalos que en conjunto se denominan tépalos. Uno de los tres pétalos se conoce como labelo, que suele diferenciarse del resto de la flor en su forma, colorido, ornamentación y tamaño, el labelo está diseñado para proporcionar una superficie en la que se pose el polinizador.
Reproducción
Las orquídeas necesita un animal que transporte el polen (polinización), aunque algunas se autopolinizan, pero no es lo más frecuente. Para la polinización han establecido relaciones con insectos, colibríes y pequeños murciélagos. El insecto es atraído por el néctar de la flor, pero también las orquidáceas se mimetizan asemejándose a la hembra de la especie, el macho al intentar la copulación poliniza la flor. Otras especies desprenden olores fuertes que atraen a sus polinizadores.
Por encima del labelo se encuentra la columna que contiene las partes reproductivas de la flor (los estambres y el pistilo). El polen se encuentra al final de la columna, en agrupaciones en forma de masas denominadas polios, estas masas suelen estar protegidas por una cápsula denominada antera, estas masas están unidas a un disco viscoso por medio de dos pequeños filamentos. Cuando el insecto emerge de la flor esta estructura se adhiere a su cabeza o tórax, llevando el polen a la siguiente flor. En la parte inferior de la columna existe una almohadilla adherente en la que se deposita el polen transportado.
Al completar la polinización, los óvulos se hinchan y forman una gran cápsula que puede contener hasta un millón de semillas en maduración. Estas semillas son microscópicas y carecen de sustancias nutritivas.
Asociaciones con otros organismos
Estas plantas han desarrollado diversos tipos de asociaciones con otros organismos que les han permitido sobrevivir, una de ellas es la relación simbiótica que ha establecido con los hongos, el micelio de los hongos vive en el interior de las raíces, este libera nutrientes que son absorbidos por la orquídeas y utilizados para su nutrición, mientras que la orquídeas se convierte en hospedera del hongo. Es tan íntima esta relación, que es necesario el contacto del hongo con la semilla para que esta germine.
Otra asociación que han establecido es con especies arbóreas en las zonas tropicales, se trata de orquídeas epífitas, al crecer en sus copas, se benefician de una mayor radiación solar necesaria para su floración y una mejor cantidad y diversidad de nutrientes.
Bibliografía
- Ospina Hernandez, M. (1996)
- Rittershausen, W. y Rittershausen, B. (2014)
- Ortiz, P. (2010)
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