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Características generales
Las Rhodophyta, rodófitas o algas rojas son un grupo muy diverso morfológicamente. Existen representantes unicelulares y pluricelulares y su tamaño puede variar considerablemente entre géneros. Estas algas exhiben una coloración principalmente rojiza debido a la presencia de pigmentos accesorios conocidos como ficobilinas (ficocianinas y ficoeritrinas). Sin embargo, su coloración puede variar dentro de una amplia gama de colores de acuerdo a la proporción en la que estos pigmentos se encuentren en el cuerpo del alga. Las ficobilinas les permiten absorber con mayor facilidad las longitudes de onda del espectro de luz que llegan a grandes profundidades, por lo que es posible localizarlas en regiones muy profundas de los cuerpos naturales de agua, aunque algunas habitan en zonas menos profundas.
Algunos géneros, como Corallina sp., tienen gran importancia en el establecimiento de ecosistemas marinos y son un componente importante de los arrecifes de coral. Corallina sp., deposita carbonato de calcio en toda su superficie, formando una armadura que le confiere gran resistencia y dureza. Algunas especies pueden ser parásitas o epífitas de otras algas y estas condiciones vienen acompañadas de reducción de tamaño y pigmentación.
La mayoría de las algas rojas acumulan mucílagos en sus paredes celulares, que actúan compactando los tejidos. A partir de los mucílagos se obtienen productos de interés humano, como el agar y los carraginatos, que se usan con mucha frecuencia en laboratorios e industrias como agentes gelificantes y emulsificantes.
Los cloroplastos de las algas rojas contienen clorofila de tipo a y d, esta última en sólo algunas especies. En su interior se encuentran los ficobilisomas, sitios en los que se forman y almacenan las ficobilinas. Las ficobilinas enmascaran la clorofila y por este motivo el color rojizo predomina sobre el verde. El producto de reserva más importante es el almidón de las florídeas. Estas algas se caracterizan por acumular este polisacárido de reserva en el citoplasma de las células y no en el interior de los plastidios.
Clasificación de las algas rojas
Actualmente, las algas rojas se dividen en varias clases: Bangiophyceae, Compsopogonophyceae, Cyanidiophyceae, Porphyridiophyceae, Florideophyceae. Sin embargo, las clases Bangiophyceae, Compsopogonophyceae y Florideophyceae son las más conocidas.
Dentro de las Bangiophyceae se encuentran representantes unicelulares y pluricelulares, de estructura y ciclos de vida sencillos, las Compsopogonophyceae incluyen formas filamentosas microscópicas y especies macroscópicas y, formando parte de las Florideophyceae o Florídeas, se encuentra la mayoría de las rodófitas más complejas.
Reproducción de las rodófitas (Rhodophyta)
Las algas rojas presentan reproducción sexual y asexual y su ciclo de vida difiere un poco del de otras algas u organismos, incluso dentro de este grupo existen muchas variantes.
Es importante tener en cuenta que en el ciclo de vida de las algas rojas se alternan fases haploides y diploides a través de meiosis y cariogamia. Una célula u organismo diploide (2n) cuenta con el número normal de cromosomas característico de la especie, a diferencia de las células u organismos haploides (n) que cuentan sólo con la mitad del número normal de cromosomas de dicha especie. Puede ocurrir que alguna de estas etapas (n o 2n) quede muy reducida en tamaño o en duración dentro del ciclo de vida, sin embargo, cualquiera de ellas puede llegar a formar organismos completos.
Las rodófitas o algas rojas se caracterizan por no poseer células con flagelos, por lo tanto, todas sus células son inmóviles, incluyendo los gametos. La reproducción sexual ocurre por oogamia y la reproducción asexual de las algas rojas ocurre por producción de esporas o por fragmentación del talo, es decir, ruptura del cuerpo del alga. Algunas especies de algas rojas carecen de reproducción sexual.
Ciclos de vida de las algas rojas
La clase Bangiophyceae se caracteriza por tener un ciclo de vida sencillo, comúnmente con una generación adulta haploide y la fase diploide se restringe al cigoto o forma una estructura pluricelular muy reducida. En cambio, las Florideophyceae tienen ciclos de vida con alternancia de generaciones, una haploide y dos diploides. En las Compsopogonophyceae también se conoce la alternancia de generaciones.
Uno de los ciclos de vida más representativos de la clase Bangiophyceae es el de Porphyra sp., famosa por sus usos gastronómicos con el nombre de “nori”. El cuerpo diploide o esporofito en Porphyra es filamentoso e inconspicuo, éste produce ramas especializadas que dan origen a esporas inmóviles a través de meiosis. Estas esporas germinan para producir el cuerpo adulto laminar, macroscópico y haploide de este individuo: el gametofito, que es la fase predominante, de larga duración.
En el gametofito se forman, por mitosis, los gametos masculinos inmóviles o espermacios. En otro individuo se desarrollan órganos femeninos llamados carpogonios que contienen los gametos femeninos. Los carpogonios presentan un apéndice que se denomina tricógino. Los espermacios son expulsados y cuando alguno se pone en contacto con el tricógino, se inicia el proceso de la fecundación, que culmina en la formación de un cigoto. Este cigoto se divide por mitosis formando carposporas que se liberan y se fijan a un substrato para dar origen al esporofito filamentoso y continuar con el ciclo de vida.
Por otra parte, las florídeas presentan considerables diferencias con respecto al ciclo de vida de las Bangiophyceae, para ilustrar esto se utilizará como ejemplo el ciclo de vida de Polysiphonia sp: Los órganos sexuales masculinos de las rodófitas o algas rojas se conocen como espermatangios, estos y los carpogonios se producen en las partes apicales de los gametofitos. En su madurez, los espermatangios liberan los espermacios y cuando se ponen en contacto con el tricógino, dan paso a la fecundación, originando un cigoto.
El cigoto se desplaza hacia una célula auxiliar que se encuentra en la rama que sostiene el carpogonio y a continuación sufre divisiones celulares mitóticas, formando un esporofito epífito del gametofito (carpoesporofito) llamado gonimoblasto. Células del gametofito envuelven el gonimoblasto formando una estructura conocida como cistocarpo, es decir, el cistocarpo no es más que el conjunto del carpoesporofito o gonimoblasto y las capas de células que lo envuelven procedentes del gametofito. En el interior del carpoesporofito se producen esporangios (estructuras que portan esporas) que originan esporas diploides. Cuando estas esporas son expulsadas germinan para formar un esporofito de morfología idéntica al gametofito, llamado tetraesporofito. El tetraesporofito desarrolla esporangios que, a través de una meiosis, originan cuatro esporas. Estas esporas, al ser liberadas, forman un nuevo gametofito.
Referencias
- Izco, J.; Barreno, E.; Brugués, M.; Costa, M.; Devesa, J.; Fernández, F. Gallardo, T.; Llimona, X.; Salvo, E.; Talavera, S. y Valdés, B. (1997)
- Strasburger, E.; Noll, F.; Schenck, H. y Schimper, A. F. W. (1997)
- Lindorf, H.; De Parisca, L. y Rodríguez P. (2006)
- Guiry, M.D. y Guiry, G.M. 2017
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