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Características generales
Las Chlorophytas, clorófitas o, más comúnmente conocidas como algas verdes, son el grupo más numeroso de algas. Se han diversificado de tal forma que existen como organismos unicelulares, coloniales, cenocíticas y pluricelulares de variados tamaños y formas, con células flageladas o no. La mayoría no presentan verdaderos tejidos pero algunas han desarrollado tejidos muy similares a los de las plantas superiores, como Ulva sp. Pueden vivir en múltiples condiciones: se pueden encontrar en el mar principalmente pero también en cuerpos de agua dulce; pueden ser simbiontes de protozoarios, esponjas y platelmintos; también existen algunas especies de algas verdes que habitan fuera del agua en variados sustratos, incluso pueden ser epífitas de plantas terrestres.
El nombre de algas verdes se debe al color que predomina en los representantes de este grupo. Presentan pigmentos accesorios pero estos no enmascaran el verde de la clorofila, a diferencia de las algas rojas y pardas. Los cloroplastos, muy diversos en forma y número, tienen clorofila de tipo a y b, carotenos y xantofilas. La presencia de una estructura en el cloroplasto conocida como pirenoide es importante para determinar si un alga pertenece a este grupo (aunque no es el único grupo de algas que la presenta); en esta estructura se forma una enzima involucrada en la síntesis del almidón. Este último es el principal producto de reserva característico de las clorófitas o algas verdes y se almacena en el cloroplasto. Presentan paredes celulares compuestas de celulosa.
Clasificación de las algas verdes
Actualmente, las algas verdes se dividen en varias clases: Chlorodendrophyceae, Chlorophyceae, Mamiellophyceae, Nephrophyceae, Palmophyllophyceae, Pedinophyceae, Pyramimonadophyceae, Trebouxiophyceae y Ulvophyceae.
Anteriormente, la división Chlorophyta incluía la clase Charophyceae pero con análisis celulares y moleculares fue excluida de esta división, aunque para fines didácticos aún se acostumbra estudiarla como miembro de la división Chlorophyta. Sin embargo, es importante mencionar que los representantes de esta antigua clase pasaron a formar parte de una nueva división llamada Streptophyta, que es mucho más amplia. De igual forma, Chlorophyta y Streptophyta son las únicas divisiones que pertenecen al clado Viridiplantae, al que también pertenecen las plantas verdaderas. De esta manera, las divisiones Chlorophyta y Streptophyta se separan evolutivamente del resto de los organismos que son conocidos como “algas”.
Ahora bien, dentro de la división Streptophyta existe un clado llamado Streptophytina, en el que se encuentran los clados Charophyceae, Coleochaetophyceae, Zygnemophyceae (todos ellos antes agrupados en la antigua clase Charophyceae) y Embryophyta. Este último es el clado perteneciente a las plantas verdaderas, que forman un embrión propiamente dicho. De esta última afirmación se puede resaltar que las algas más emparentadas a las plantas verdaderas son los representantes de la antigua clase Charophyceae.
Reproducción de clorófitas
Así como existen muchos grupos dentro de las algas verdes, clorófitas, también se pueden encontrar gran variedad de formas de reproducción sexual y asexual.
Las formas unicelulares se reproducen asexualmente por fisión binaria, los representantes filamentosos y coloniales pueden reproducirse por fragmentación del cuerpo del alga y el otro tipo de reproducción asexual, que puede ocurrir en gran cantidad de especies, es la producción de esporas móviles (con flagelos) o inmóviles.
En este grupo de algas verdes existen casi todos los tipos de reproducción sexual: Somatogamia (con gametos), como en Spirogyra y Zygnema, géneros en los que su reproducción se denomina conjugación; Gametangiogamia (con participación de gametos), ésta puede ser isógama, anisógama o mediante oogamia.
Ciclos de vida de las algas verdes
Los ciclos de vida que ocurren con mayor frecuencia en algas verdes son: Alternancia de generaciones, en el cual existen dos representantes adultos, uno haploide y otro diploide, que se van alternando esporádicamente en el tiempo; Alternancia de fases, en el cual se reduce una de las fases y se forma sólo un cuerpo adulto diploide o haploide; la predominancia de dichos estados cromosómicos es específica de cada grupo de algas verdes.
Ulva, por ejemplo, presenta un ciclo de vida con alternancia de generaciones idénticas, es decir, el cuerpo adulto haploide o gametofito es igual en forma al cuerpo adulto diploide o esporofito. Los gametofitos dan origen a numerosos gametos masculinos y femeninos flagelados que al fusionarse forman un cigoto y éste, a través divisiones celulares mitóticas, se desarrolla en un esporofito. El esporofito, por medio de meiosis, forma esporas flageladas que germinan en gametofitos femeninos y masculinos.
Oedogonium, un alga filamentosa con tabiques, tiene un ciclo sexual muy particular, a pesar de que ocurre por oogamia. En el filamento, algunas células se ensanchan para convertirse en oogonios (órganos sexuales femeninos) con un solo gameto femenino, la ovocélula. Otras células se diferencian para formar gametos masculinos flagelados, los espermatozoides. Sin embargo, los espermatozoides se pueden formar a partir de células llamadas andrósporas que carecen de capacidad reproductora. Las andrósporas al ser atraídas por las células precursoras de los oogonios se adhieren a ellas y desarrollan un filamento pluricelular conocido como nanandro, cuyas células más externas forman los gametos masculinos que son capaces de fecundar la ovocélula y formar un cigoto. Este cigoto sufre meiosis y forma esporas móviles que germinan en otro individuo filamentoso haploide.
Algunos de los representantes de algas verdes de la antigua clase Charophyceae, como Chara o Nitella, se caracterizan por reproducirse por oogamia y la meiosis ocurre en el cigoto, es decir, sólo presentan una generación adulta haploide. El gametofito produce oogonios y anteridios (órganos sexuales femeninos y masculinos, respectivamente) y éstos, a su vez, producen gametos. Sin embargo, sólo se produce un gameto femenino inmóvil (oósfera), a diferencia de los espermatozoides que son muy numerosos. Cuando el anteridio libera los espermatozoides, estos migran hacia el oogonio para fecundar la oósfera. Una vez que ocurre la fecundación se forma el cigoto, las paredes que lo envuelven se engrosan y le confieren resistencia. Al liberarse como una espora, germina formando un protonema que da origen a un nuevo gametofito.
Bibliografía
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