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Arboles de hoja caduca, caducifolios, características y ejemplos

Árboles de hoja caduca, caducifolios
Árboles de hoja caduca, caducifolios
Katja Schulz/CC BY 2.0

En este artículo aprenderás el ciclo biológico de los árboles de hoja caduca, con ejemplos y sus características principales.

El término caducifolio que puede ser aplicado a árboles, arbustos y enredaderas, proviene del latín “caducus”, que significa caído y “folium”, que significa hoja. Por lo tanto, un árbol caducifolio o de hoja caduca, viene siendo aquel árbol que pierde todo su follaje al final de una temporada de crecimiento, debido un proceso adaptativo que les permite ahorrar energía en tiempos difíciles y que es muy común pero no exclusivo de las temporadas de otoño e invierno.

Las hojas de los árboles de hoja caduca

Por lo general las hojas de los árboles de hoja caduca se caracterizan por ser grandes y planas, además de estar unidas a las ramas a través de un tallo especial, denominado pecíolo. Es común que el desprendimiento de las hojas ocurra a finales de otoño o comienzos del invierno, lo que prepara a la planta para sobrevivir mejor a condiciones adversas, como el frío extremo y la luz diurna reducida.

Es un gran espectáculo en la naturaleza, ver la coloración que adquieren las hojas de la mayoría de árboles de hoja caduca durante la temporada de otoño, pudiéndose observar con distintos tonos naranjas, amarillos, rojos o púrpuras. La presencia de estos colores llamativos y vibrantes se debe a que los arboles envían señales hormonales a las hojas, lo que hace que cambien de color y se desprendan de la rama. Al comienzo de este proceso, se forma una barrera (capa de abscisión) entre las hojas y las ramas. A medida que los días se acortan y la temperatura desciende, la clorofila, que es el pigmento responsable del color verde, comienza a degradarse a nivel de las células de la hoja, haciéndose visibles otros pigmentos (amarillos, rojos y naranjas). Una vez que las hojas se cierran y detienen la fotosíntesis, la capa de abscisión se vuelve muy frágil y cualquier ligero movimiento o brisa puede desprender la hoja en este punto. Las nuevas hojas emergen durante la primavera, que es la temporada de crecimiento que sigue al invierno.

Aunque es común observar la caída de las hojas en otoño, el proceso de abscisión, que dependerá de la variación en las precipitaciones, también puede en algunos casos (como en el árbol de Arce), observarse en temporada de invierno. Esto resulta ser una adaptación muy beneficiosa, ya que los árboles de hoja caduca no tendrían que gastar energía protegiendo sus hojas del congelamiento.

Frutos y semillas de árboles caducifolios

Los árboles de hoja caduca (caducifolios) producen frutos que contienen semillas, que a su vez están protegidas por cáscaras. Normalmente estas semillas son dispersadas por animales a través de su excremento, lo que promueve el crecimiento de nuevas plántulas lejos del árbol padre.

Flores de los árboles de hoja caduca

Por lo general las flores aparecen una vez que el árbol ha dejado caer sus hojas, lo que favorece en gran parte el proceso de polinización no solo a través del viento, sino también de animales del grupo insectos, los cuales pueden ver con mayor facilidad las flores.

Distribución y condiciones de crecimiento

Los árboles de hoja caduca se pueden encontrar en todo el mundo, aunque suelen crecer en bosques de climas moderados, que no son ni demasiado cálidos ni demasiado fríos, ni muy húmedos ni muy secos. También se pueden encontrar en climas tropicales y subtropicales de sabanas abiertas o bosques cerrados.

A diferencia de los árboles de hoja perenne, los de hoja caduca necesitan reponer todas sus hojas cada año, es por eso que necesitan para crecer un suelo rico en nutrientes.

Los árboles de hoja caduca, caducifolios, son arboles de larga vida (llegando a pasar los 200 años en algunos casos) y crecimiento lento, además resultan difíciles de trasplantar debido a su larga raíz.

Ciclo de vida de árboles caducifolios

El ciclo de vida de los árboles de hoja caduca dependerá del género o del grupo que se esté estudiando. Sin embargo, a manera general todos incluyen floración, fructificación, dispersión de semilla, germinación y maduración.

Respecto a la floración, esta puede ocurrir de dos maneras. Una de ellas es a través del viento, en este caso el polen se desplazará en el aire y caerá sobre las flores directamente. La otra forma es a través de los insectos, los cuales pueden transportar el polen de flor en flor.

Una vez polinizadas las flores femeninas, los frutos de los árboles de hoja caduca comienzan a desarrollarse (fructificación). En el caso del roble blanco, el fruto corresponde a una bellota que se formará durante la primavera y el verano. Luego estas caerán y estarán listas para brotar en el otoño de ese mismo año, a diferencia de las bellotas del roble rojo que estarán listas para brotar hasta después del invierno y hasta el año siguiente.

En algunos casos, la dispersión de la semilla puede ocurrir por arrastre del viento, en otros simplemente caerá cerca del árbol padre, pero en el caso específico del roble, la semilla puede ser esparcida por los animales y brotar lejos del árbol padre.

En condiciones ambientales favorables, la semilla germinará y comenzará su vida como una plántula joven, que crecerá hasta convertirse en un árbol pequeño que eventualmente comenzará a florecer y a producir sus propios frutos, completando de esta manera el ciclo de vida.

Ejemplos de árboles de hoja caduca

Como ejemplos comunes de árboles de hoja caduca podemos mencionar el arce (género Acer), el roble (género Quercus), el olmo (género Ulmus), el álamo (género Populus) y el nogal (género Carya), entre otros.

Detallamos a continuación, con más extensión, dos árboles de hoja caduca representativos.

Nogales

Un ejemplo de árbol caducifolio es el nogal, que a nivel mundial incluye de 17 a 19 especies de árboles caducos, de hojas pinnadas, compuestas y con nueces grandes. Junto con el roble, es el árbol que suele dominar los bosques de madera dura del este de América del Norte. Algo que caracteriza a los nogales es que poseen una carne de nuez muy nutritiva, que a su vez está cubierta por una cáscara muy dura y que se abre fácilmente cuando se seca. La mayoría de las especies de nogales tienen ramas gruesas con grandes yemas terminales. Poseen flores tanto femeninas como masculinas. Las femeninas tienden a ser sencillas y discretas mientras que las masculinas, se desarrollan en racimos, en una inflorescencia alargada. Su polinización es anemófila, lo que significa que ocurre a través del viento. Estos árboles de hoja caduca crecen muy bien a plena luz del sol, aunque pueden tolerar condiciones de sombra parcial.

El nogal Pignut o Carya glabra, es un árbol de color gris oscuro, que puede extenderse hasta 50-60 pies de altura. Tolera moderadamente el suelo salado, pero no le va muy bien en áreas donde el drenaje es deficiente. A medida que envejece su corteza puede presentar pelos. Posee hojas alternas y compuestas de 8-12 pulgadas de largas. Produce nueces amargas con forma de pera y cuatro nervaduras en la cáscara.

El árbol de nuez, Carya illinoinensis, contiene las nueces más dulces de todos los nogales. Puede crecer de 70-100 pies de altura. Tolera los suelos ácidos y moderadamente los alcalinos. También resulta sensible a la sequía. Tiene una corteza de color negro parduzco, así como hojas delgadas y largas en forma de gancho.

Árbol roble

El roble es otro ejemplo majestuoso en la naturaleza de árboles de hoja caduca o caducifolios. La tasa de crecimiento y la altura alcanzada por estos árboles depende de la especie que se esté considerando. Poseen un sistema de raíces profundas de gran extensión, por lo que no es recomendable cultivarlos en espacios residenciales pequeños. La profundidad de esas mismas raíces le permite soportar largos periodos de sequía. Pueden prosperar con luz solar directa o sombra parcial y deben cultivarse en suelos húmedos, ácidos, bien drenados y ricos en nutrientes. Estos árboles de hoja caduca rara vez requieren irrigación.

Los robles son árboles de hoja caduca que producen abundantes bellotas (cada 2 a 4 años), las cuales comienzan a germinar inmediatamente después de que caen del árbol, a finales del otoño o comienzos del invierno.

Autores consultados

  • – Rocha–Loredo y col. (2010)
  • – Carranza-Montaño y col. (2003)
  • – Lopez Gonzales GA. (2007)
  • – Fernando J. Pulido. (2002)
  • – Rozas Ortiz V. (2004)
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