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Cuando se habla del relieve oceánico estamos refiriéndonos a la configuración o morfología que adquiere el fondo del mar. En este sentido, se distinguen, dependiendo del lugar numerosos paisajes.
Plataforma continental
Se trata de zonas del relieve oceánico con profundidades que pueden llegar a ser de 200 metros, incluso más, y que constituyen la continuación de las placas continentales sumergidas debajo de las aguas del mar. En estas zonas del relieve oceánico, las temperaturas de las aguas son variables dependiendo del lugar en las que se encuentren. De esta manera, las aguas en regiones polares puede llegar a encontrarse a 0º de temperatura, mientras que en otras, más cercanas al Ecuador, la temperatura del agua puede llegar a alcanzar los 35º.
Gracias a la salinidad y temperaturas del agua de estas plataformas continentales que conforman el relieve oceánico, presentan una comunidad rica en fauna y flora marina, dado su poca profundidad y a la presencia de luz, por lo que son áreas donde se llevan infinidad de prácticas o actividades de explotación de recursos naturales. En este sentido, según la incidencia de luz en el relieve oceánico o marino, se observan tres zonas claramente diferenciadas, que seguidamente detallamos:
Zona eufótica o fotosintética
La zona eufótica o fotosintética es un área de la plataforma continental que se extiende sobre los 40 a 50 metros de profundidad en aquellas regiones más alejadas del Ecuador, mientras que estas mismas zonas aumentan su extensión hasta los 100 metros de profundidad en regiones más próximas al Ecuador, donde el agua es más clara. Por sus características, en estos lugares existe infinidad de especies vegetales que se desarrollan fácilmente gracias a la presencia de luz, y que sirven de alimento a muchas especies animales marinos. Por su parte, la fauna que se desarrolla suelen ser especies que se alimentan de plancton y pequeñas especies vegetales.
Zona disfótica
La zona disfótica se extiende hasta los 200 metros de profundidad, por lo que es una extensión del relieve oceánico en la que llega muy poca cantidad de luz y el desarrollo vegetal es prácticamente nulo.
Zona afótica
La zona afótica es la región más profunda de las plataformas continentales, prácticamente al comienzo del talud continental. La presencia de luz es casi nula, por lo que las especies vegetales son prácticamente inexistentes, dejando paso a especies animales de gran tamaño.
En cuanto al origen de estas zonas marinas, es necesario atender a varias cuestiones, en primer lugar, deben su formación a las olas que provocan erosión moldeando la costa, en este sentido, todos los sedimentos o materiales fruto de la erosión del litoral quedan depositados, conformando la plataforma continental que se desarrolla hacia el océano. Por otro lado, no se debe obviar que las plataformas continentales deben también su origen a la acumulación de materiales sujetos a la placa continental, mediante arrecifes de coral o gracias a los pliegues de las placas tectónicas, los cuales se han producido por el movimiento de las placas continentales y oceánicas, que al colisionar, pueden provocar que gran parte de materiales asciendan hacia arriba, mientras que otros se hunden.
Talud
Los taludes son las zonas del relieve oceánico que siguen inmediatamente a las plataformas continentales. Son áreas generalmente con una fuerte pendiente, que circunscribe el fin de las plataformas de los continentes y el comienzo del fondo marino. La inclinación media, por regla general, suele variar de 5 a 7º de pendiente, si bien, esta inclinación puede variar en función del lugar, pudiendo llegar a ser de 25 a 50º.
Normalmente, los taludes se hallan a una profundidad de entre 200 y 4000 metros. Se caracterizan en poseer un gran relieve oceánico, pudiéndose encontrar enormes cañones, altas montañas o profundos valles submarinos. En cuanto a su morfología, los taludes continentales se conforman por una planicie inclinada, siendo la pendiente cada vez mayor, creando escalones o pisos en los que normalmente no hay presencia de sedimentos. Por la poca incidencia de luz en estas regiones, así como por la temperatura del agua, la presencia de vida oceánica en los taludes es muy limitada, siendo prácticamente inexistente la flora, y la fauna se limita a especies animales que forman parte de la cadena trófica de otras especies, como cefalópodos, crustáceos, etc.
Fondo oceánico o llanuras abisales
El fondo oceánico o llanuras abisales son áreas submarinas que se encuentran entre los taludes continentales y las dorsales oceánicas. Normalmente se localizan entre los 2.200 a los 5.500 metros de profundidad. Son regiones del relieve oceánico bastante llanas y donde se acumulan grandes capas de sedimentos, debido a las dorsales oceánicas cuando se encuentran en formación, ya que materiales como el magma y otros tipos de rocas se acumulan en la zona. Estas áreas submarinas constituyen gran parte del fondo marino.
Dorsales oceánicas
Las dorsales oceánicas son elevaciones o protuberancias del fondo del océano que pueden llegar a alcanzar decenas de miles de kilómetros de longitud. Tienen su origen en la rotura de la corteza oceánica, concretamente cuando las rocas fundidas salen del manto terrestre debido a la gran actividad volcánica. Las dorsales oceánicas se encuentran en áreas de gran actividad sísmica y volcánica y donde tienen lugar la creación de las placas de la litosfera, las cuales provocan la expansión del fondo marino.
Cuando la actividad volcánica que origina la formación de las dorsales oceánicas es muy dinámica, se pueden desarrollar dorsales cordilleras o protuberancias submarinas que, debido a la altura que alcanzan, pueden aflorar a la superficie creando islas o archipiélagos como la famosa isla de Hawaii.
El relieve oceánico y las fosas abisales
Las fosas marinas, también llamadas fosas abisales, son depresiones o fosos en el fondo marino que pueden extenderse a miles de metros de profundidad, incluso kilómetros, dependiendo de la zona en la que se encuentren. Estas áreas del relieve oceánico presentan una gran actividad sísmica y volcánica, debido a que se encuentran en zonas de subducción, es decir, zonas donde las placas litosféricas oceánicas se hunden debajo de otras placas oceánicas o continentales hacia el manto terrestre.
Las fosas abisales más profundas del fondo oceánico son: fosa de las Marianas, con más de 11.000 metros de profundidad, la fosa del archipiélago de Tonga, con una profundidad de más de 10.800 metros, y la fosa del Japón, con una profundidad de más de 10.500 metros, todas ellas, en el océano Pacífico
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