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Microclimas, qué son, características, tipos y ejemplos

Cuadro resumen de microclimas
Paradais Sphynx/CC BY 2.0

Los fenómenos meteorológicos que ocurren en la troposfera de la atmósfera propician una serie de características en la superficie terrestre que generan los tipos de clima existentes, gracias a diversos elementos, principalmente la precipitación y la temperatura, entre otros. Sin embargo, a pesar de la diversidad de climas que hay en el planeta, también existen factores que modifican las condiciones, con lo que se producen más variaciones incluso a escalas pequeñas, originando lo que se conoce como microclimas.

¿Qué son los microclimas?

El término microclima posee su génesis en el griego, ya que proviene de dos palabras “mikro” y “klima” cuya traducción al español es pequeño y clima, respectivamente.

Como su nombre hace referencia, los microclimas son aquellas condiciones climáticas que se presentan a nivel micro, es decir, pequeños o reducidos y que hacen que ese lugar en particular posea características que no se relacionen con las del ambiente general que se ocupa, con el ecosistema de alrededor.

También reciben la connotación de climas locales, ya que solo poseen efecto en un área pequeña y concisa determinada.

Características de este fenómeno

Los microclimas poseen ciertas características o elementos que los definen, entre ellas se pueden mencionar:

Ámbito local: como ya lo hemos indicado un microclima también se conoce con el nombre de clima local, por ser éste el ámbito de ocurrencia.

Áreas de tamaño reducido: por lo general se producen en lugares con dimensiones pequeñas, algunas personas toman como referencia en este aspecto un tamaño de 10 a 100 m2.

Características climáticas diferentes a las zonas circundantes: como se afirma en la definición, poseen caracteres únicos que son totalmente diferentes a los de su alrededor, estos caracteres incluyen elementos como la temperatura, precipitaciones, humedad, presión atmosférica, entre otros.

Biodiversidad diferente a la de los alrededores: gracias a las condiciones únicas de los espacios microclimáticos, la vegetación también va a diferir, presentándose especies de plantas, así como de fauna que normalmente no es posible encontrarla en las zonas circundantes.

Poseen algún elemento o característica que propicia o influye en el cambio del clima: generalmente están asociados a algún elemento o aspecto que altera las condiciones ambientales y permite su formación, como la altitud y latitud, el viento, las radiaciones, la humedad, la topografía, la vegetación, entre otros.

Sus causas pueden ser naturales o antropogénicas: los diferentes microclimas en el mundo son generados por causas heterogéneas dentro de las que se encuentran elementos naturales o artificiales, es decir, aquellos de la naturaleza o creados por el hombre.

Tipos de microclimas

Hay distintas clases o tipos de microclimas de acuerdo a los elementos que los forman, algunos son naturales y otros artificiales.

Naturales

Entre los naturales se pueden mencionar principalmente los siguientes:

De montaña: son aquellos que se forman por la ocurrencia de alguna montaña, con características climáticas distintas, por ejemplo en las precipitaciones, el viento, las radiaciones, la altitud, entre otros aspectos.

El factor que más influye es el viento y genera dos condiciones principales, la primera con la ascendencia del viento caliente se produce gran condensación y, por lo tanto, numerosas precipitaciones de ese lado de la montaña; por otra parte, cuando las ráfagas bajan por el otro lado, el aire suele ser más seco y se generan pocas lluvias.

Costeros: cuando se encuentran presentes cuerpos de agua, las condiciones climáticas se amortiguan en la costa, este efecto es notorio sobre todo con la temperatura, las cuales tienden a disminuir un poco; estas regiones también suelen estar influenciadas por los vientos.

Forestales: los cuales denotan su ubicación bajo la cubierta de vegetación forestal, aunque también se generan en otras plantas. Estos microclimas varían de acuerdo a las características que posea la flora, la composición de la vegetación, si por ejemplo, son perennes o caducifolios, la frondosidad que presenten, la ubicación en la cubierta, entre otros aspectos importantes.

El microclima se produce por el bloqueo de las radiaciones solares que efectúa la copa de los árboles en el nivel del suelo, además que durante las lluvias retienen el agua y la dispersan de una forma más lenta, ocasionando que la temperatura por debajo de las copas sea menor, reducen la incidencia de las radiaciones y se mantienen más húmedos los suelos, contribuyendo, a su vez, en disminuir la erosión.

Urbanos o artificiales

Y por supuesto tenemos los microclimas artificiales, cuyo génesis proviene de la mano del ser humano, con sus construcciones urbanas, generalmente las ciudades se mantienen con temperaturas más cálidas que los lugares de alrededor, además dentro de las edificaciones se pueden producir aumentos o descensos de temperaturas, producto del uso de electrodomésticos como aires acondicionados y calefactores.

Ejemplos de microclimas

De acuerdo a lo explicado en todo el texto, puede existir diversidad de situaciones en las que se presenten, algunos ejemplos pueden ser los siguientes:

Los invernaderos, como microclimas artificiales, ya que se trata de lugares a los que se les ajustan ciertas variables o caracteres necesarios para el crecimiento y desarrollo óptimo de especies vegetales de interés para el ser humano.

Los de tipo forestal se encuentran bajo los árboles que con su copa brindan sombra y protección frente a las radiaciones del Sol. Ejemplos precisos de este tipo de microclimas en el mundo se encuentran, por ejemplo, en los montes del valle Valsain en Segovia, España, que poseen especies vegetales como el pino (Pinus sylvestris) y rebollo (Quercus pyrenaica), los cuales crean un microclima bajo la cubierta de los mismos.

Otros microclimas artificiales serían los que el ser humano crea en ambientes con aire acondicionado, por ejemplo una habitación, vivienda, local u oficina, para disminuir las temperaturas y hacer el ambiente más fresco.

Referencias

– Caballero, E. (2004). Microclimas urbanos: la importancia de los materiales. En García Codron, J.C.; Diego Liaño, C.; Fdez. de Arróyabe Hernáez, P.; Garmendia Pedraja, C. y Rasilla Álvarez, D. (Eds.). El Clima entre el Mar y la Montaña. Asociación Española de Climatología y Universidad de Cantabria, Serie A, nº 4, Santander.

– Gómez, V. (2004). Cubiertas forestales y respuesta microclimática. Investigación agraria. Sistemas y recursos forestales,: 84-100. Disponible: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1023216

– Gómez, V. (2002).

– Yan, H.; Wang, X.; Hao, P.; Dong, L. (2012).


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