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Concepto de deforestación
La deforestación está definida como la acción de despojar, talar o quemar los árboles de un bosque y/o una selva principalmente debido a las actividades antropogénicas, se trata de despejar el área natural mediante las faenas de siembra y cultivo de vegetales y hortalizas, También se asocia a otros factores que seguidamente reproducimos.
Causas de la deforestación
Las causas suelen ser diversas: industria minera, explotación petrolera o para el pastoreo relacionado con la cría de ganado, también puede ser originada para la obtención de materia prima, la industria maderera y sus productos, incluso para la creación de urbanismos producto del creciente poblacional de los últimos años.
La deforestación igualmente puede ser producto de causas naturales, pero en menores proporciones, como el fuego de los incendios de los bosques, y las catástrofes de la naturaleza, entre las que podemos listar los terremotos, inundaciones, huracanes, erupciones volcánicas, entre otras.
El fenómeno de la deforestación ha ido en aumento paulatino a través de los años, sobre todo después de la industrialización, se estima que la tasa anual de pérdida de áreas forestales naturales a nivel mundial se fija en 0,6% desde el año 2000 al 2010, según valores analizados por especialistas que se encargan de estudiar este tipo de fenómenos, pero este valor puede variar en las diferentes regiones del mundo, siendo los países con mayores números en materia de deforestación Brasil e Indonesia.
Impacto o consecuencias de la deforestación al medio ambiente
Ocasiona un impacto muy alto y negativo al medio ambiente en general, entre las principales consecuencias se encuentran la pérdida de diversidad biológica de diferentes tipos de seres vivos, mayores emisiones de gases de efecto invernadero, pérdida de la calidad de los suelos, cambios climáticos, dentro de los que destaca el ciclo hidrológico. A continuación describiremos brevemente cada una de las consecuencias.
Impacto a la biodiversidad
Existen gran cantidad de especies de seres vivos que habitan naturalmente los bosques y las selvas, carecen de capacidad de adaptación a otros espacios geográficos, por lo que la pérdida de su hábitat los pone en riesgo y podría ocasionar la extinción de alguna de ellas, sobre todo aquellas especies endémicas con un rango de extensión reducido y bajos índices reproductivos.
La desaparición de especies también genera alteraciones catastróficas del equilibrio natural de un ecosistema, al ocasionar un cambio brusco en las cadenas tróficas que ocasionan más pérdidas de la biodiversidad.
Pérdida de biomas
También puede ocasionar que en el futuro desaparezcan biomas muy importantes para el planeta, como lo son las selvas tropicales y los bosques pluviales, en base al cálculo del ritmo actual de deforestación, los expertos estiman que a esta clase de biomas podrían quedarle no más de 100 años de existencia, lo que va de la mano con la pérdida de la diversidad biológica en este tipo de hábitat que condicionan las características ideales para un número muy alto de especies tanto animales como vegetales.
Deforestación y suelos
La deforestación también ocasiona la pérdida de las propiedades de los suelos, al alterar la cubierta vegetal de los mismos, se pierde la capacidad de absorción y retención de agua, lo que ocasiona que los suelos se vuelvan más secos y por lo tanto pierdan su productividad biológica, llegando incluso a erosionarse y en general se produce la desertización, lo que conlleva a que no sea posible el asentamiento de una nueva vegetación por las características que la tierra ha adquirido, además genera un mayor arrastre; cuando los suelos llegan a este estado de gravedad la recuperación es irreparable.
Gases de efecto invernadero
Se calcula como responsable de hasta el 30% de las emisiones de CO2 a las actividades de la deforestación, ya que las plantas por medio de su proceso fotosintético utilizan para su metabolismo el dióxido de carbono presente en el aire, lo que contribuye a reducir las emisiones de este gas de efecto invernadero a la atmósfera, los árboles que se encuentran en los bosques y las selvas, pueden almacenar el carbono por largos períodos de tiempo en su cuerpo y a su vez la práctica de la quema de árboles genera más gases al planeta.
Deforestación y cambios climáticos
La pérdida de las masas forestales, al ocasionar mayores emisiones de gases de efecto invernadero, también es un detonante del calentamiento global y por ende de los cambios climáticos que originan, interferir directamente en el curso de los vientos, en el ciclo hidrológico y como se mencionó anteriormente producir aumentos notables de temperaturas.
La deforestación da lugar a cambios bruscos en el ciclo del agua, ya que los árboles por medio de la absorción de nutrientes y agua del suelo a través de sus raíces, y gracias a los procesos bioquímicos de transpiración, devuelven al medio ambiente gran cantidad de agua de la que cae por medio de las lluvias, pero si reducimos o eliminamos la cubierta vegetal de una zona, el agua que precipita se pierde en la superficie, y se dirige a ríos y océanos, lo que disminuiría la humedad atmosférica, y en conjunto altera la intensidad de la lluvia y produce mayores inundaciones, en algunas regiones al no tener árboles que retengan la cantidad de agua que cae, mientras que en otras pueden ocasionar grandes sequías.
Biografía
- Armenteras, D.; Rodriguez, N. (2014)
- Cantú, P. (2002)
- National Geographic. (2010)
- Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. (2006)
- Perez, A.; Landeros, C. (2009)
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