¿Por qué se mueren las plantas? Causas

Los organismos vegetales pueden parecer seres vivos simples, en comparación con los animales y, por lo tanto, fáciles de cuidar. Sin embargo, para los cuidadores y cualquier persona que haya intentado mantener una especie vegetal, es muy común preguntarse por qué se mueren las plantas, sobre todo si parecen estar bien y repentinamente comienzan a marchitarse sin una razón aparente.

Si bien es cierto que, conociendo a la planta y sus requerimientos puede resultar muy fácil mantenerla sana por mucho tiempo, en ocasiones estos organismos representan un misterio. Muchas plantas, sobre todo aquellas especies de interior que se mantienen en macetas, suelen presentar problemas de manera imprevista.

Las razones de por qué se mueren las plantas pueden resultar difíciles de determinar, sobre todo porque síntomas como la marchitez, hojas secas o pálidas, entre otros, pueden estar relacionados a diferentes causas. De esta manera, los organismos vegetales se enfrentan a distintos problemas que pueden amenazar su vida, desde déficit hídrico y nutricional, condiciones ambientales inadecuadas, hasta plagas que causan enfermedades.

¿Por qué se marchita una planta? Plasmólisis

Para comprender por qué se mueren las plantas y, en especial, por qué se marchita una planta, es necesario conocer cómo funciona el sistema de transporte de agua y otros nutrientes en estos organismos. Todas las células que componen a los integrantes del reino Plantae son células eucariotas, lo que significa que cuentan con un núcleo bien delimitado por una membrana, además de orgánulos celulares que cumplen funciones especializadas. Además, las células vegetales cuentan con una pared celular gruesa que les permite mantener cierta rigidez y les confiere protección ante las condiciones externas.

El agua de las células vegetales se almacena en organelos de gran tamaño conocidos como vacuolas, que se encuentra dentro del citoplasma. Cuando las vacuolas se encuentran llenas de agua, mantienen extendidas a las células, en un estado que se conoce como turgencia. Sin embargo, cuando existe un déficit hídrico, las vacuolas se vacían y las células se contraen; este fenómeno es conocido como plasmólisis y es lo que produce la marchitez de los tejidos vegetales.

En otras palabras, la plasmólisis se refiere al encogimiento o contracción de las células y, por tanto, de los tejidos vegetales debido a la pérdida de agua. El déficit hídrico es el principal responsable de este fenómeno, además de un potencial hídrico negativo que ocurre cuando las plantas se exponen a un medio con mayor concentración de solutos que el interior de las células. En estos casos, debido a los procesos osmóticos, el agua se traslada desde el medio más soluble (interior celular) al medio hiposoluble (exterior).

Al igual que cualquier organismo vivo, las células de los organismos vegetales requieren de agua para llevar a cabo sus funciones vitales. Esta es transportada en los tejidos a través del plasmodesmo, que es una especie de canal que comunica a las membranas de las células adyacentes y sirve como medio para transportar agua y otros compuestos como iones. El déficit hídrico es una de las causas más comunes de por qué se marchita una planta y, en la mayoría de los casos, se debe a que los cuidadores de estos organismos no conocen las necesidades y frecuencia de riego que requieren sus plantas.

Déficit nutricional en las plantas

Al igual que cualquier organismo vivo, las plantas requieren de una serie de nutrientes esenciales para desarrollarse y reproducirse de manera exitosa. Estos seres vivos son capaces de absorber el carbono (C) y oxígeno (O2) del aire, en forma de CO2, mientras que el hidrógeno (H) lo toman a partir del agua. Además de estos, los organismos vegetales requieren de una nutrición mineral, donde se incluye 14 elementos esenciales. Estos se dividen en seis (6) macronutrientes, que se encuentran en mayor concentración en los tejidos (ver tejido vegetal) y, ocho (8) micronutrientes u oligoelementos, de los cuales se requieren concentraciones mínimas.

El déficit de algunos de estos elementos en una especie vegetal interfiere con su crecimiento y es una causa común del por qué se mueren las plantas. Estos componentes se denominan como esenciales porque tienen un papel fisiológico en los tejidos vegetales. De esta manera, su ausencia o déficit interfiere con el ciclo vegetativo y reproductivo de las plantas. Además, los síntomas de deficiencia son específicos para cada elemento, de manera que solo se corrigen con la presencia de dicho compuesto.

Cuando una planta se encuentra en un medio carente de nutrientes es común observar algunos signos en la apariencia del organismo. Estos síntomas pueden ser localizados o generales, dependiendo del elemento deficiente y otros factores. La carencia de muchos de estos elementos interfiere con procesos fisiológicos como el transporte de otros nutrientes y el agua, por lo que también pueden estar relacionados con el por qué se marchita una planta.

De esta manera si, por ejemplo, una planta tiene deficiencia de calcio, se evidencia con la necrosis del borde de las hojas jóvenes, puntos necróticos en las láminas foliares y crecimiento retorcido. Por otro lado, el déficit de magnesio se evidencia en las hojas pálidas y amarillentas, puesto que este elemento es un componente esencial de la clorofila y su ausencia se traduce en una disminución de la capacidad fotosintética. Cuando es el nitrógeno el que se encuentra deficiente, las plantas exhiben hojas pequeñas, pálidas y amarillas, además, el peciolo se vuelve rojo a violeta por la presencia de antocianinas.

Sustratos o suelos inadecuados

Como ya se ha mencionado, las plantas son organismos con requerimientos que pueden variar según la especie. Cuando surge la interrogante de por qué se mueren las plantas de un determinado lugar, es necesario tomar en cuenta las posibles deficiencias nutricionales, además de aspectos como las condiciones fisicoquímicas del suelo o sustrato donde se encuentran. Existe una importante diversidad genética en las plantas, que influye sobre la manera en que estas aprovechan la disponibilidad de nutrientes y las propiedades del suelo. Es por ello que para mantener una determinada especie vegetal sana, es necesario conocer sus características y necesidades específicas.

De esta manera, se debe tener en cuenta que aspectos como el pH, potencial de reducción, contenido de materia orgánica, la interacción entre los nutrientes del suelo, contenido de agua en el suelo y su temperatura, así como los aspectos genéticos de la planta, intervienen en la absorción de nutrientes por parte de dicho organismo. Cuando no se toman en cuenta estos factores, se puede tener una planta en un sustrato muy compacto o con alto drenaje, lo que suele generar problemas en las raíces y el resto del organismo. Lo mejor es optar por un sustrato uniforme tanto en estructura como en humedad, para que exista un buen equilibrio entre el aire y el agua del suelo, lo que permitirá que las raíces se desarrollen de manera correcta.

Organismos que afectan a las plantas

Otras de las razones comunes de por qué se mueren las plantas es debido a la infestación de plagas. Existen una gran variedad de organismos que pueden afectar a una especie vegetal, desde virus, bacterias y hongos, hasta invertebrados como moluscos, insectos y arácnidos. La identificación de la plaga, estado de desarrollo de la planta y medidas para combatir dicho problema, son los aspectos que determinan si la planta se puede salvar o no.

Hongos

Uno de los principales motivos que explican por qué se mueren las plantas es la infestación por plagas como hongos. Estos representan el mayor número de patógenos que afectan a los organismos vegetales, pues causan una serie de enfermedades de distinta gravedad. En muchos casos, los hongos ocasionan la muerte celular de tejidos como las raíces, lo que a su vez explica por qué se marchita una planta con infección fúngica.

Las principales fuentes de infecciones por hongos son semillas infectadas, restos de cultivos afectados, el suelo y otras especies vegetales. Estos patógenos se propagan a través de viento, el agua, la tierra y en animales que transportan a las esporas de dichos hongos. Dichos organismos pueden afectar todos los tejidos vegetales, en especial las raíces y las láminas foliares. En la actualidad, se han desarrollado una serie de medidas para combatir y prevenir las infecciones fúngicas, como sustratos con fungicidas.

Insectos

Existe una gran variedad de insectos que infectan a las plantas y ocasionan graves problemas, por lo que también representan una de las razones de por qué se mueren las plantas. Muchos de estos animales se alimentan de los tejidos vegetales y su contenido, como la savia. Entre las plagas de insectos más comunes en las plantas se encuentran los pulgones o áfidos (orden Hemiptera), que se posan en el envés de las hojas y sobre los tallos. Las larvas de estos insectos se alimentan de la savia, interfiriendo con el transporte de nutrientes hacia el ápice de las plantas, lo que ocasiona un crecimiento limitado y debilidad en tejidos como los peciolos, por lo que las hojas se empiezan a caer o distorsionar.

Las cochinillas (familia Coccidae) son otras de las plagas comunes de las especies vegetales, en especial especímenes de interior que se mantienen en macetas. Estos insectos hemípteros también se alimentan de la savia y son capaces de producir una sustancia cerosa con la cual se cubren, siendo este el principal signo de infestación por dichos animales. Las hembras depositan sus huevos en una especie de nido de seda blanco, de donde emergen las larvas. Estos insectos representan una de las razones de por qué se marchita o debilita una planta, a pesar de encontrarse en condiciones ambientales favorables.

Las moscas blancas del orden Homoptera representan también un tipo de insectos que ocasionan graves daños en las plantas, pues se alimentan de la savia y el tejido foliar de una gran variedad de especies de plantas ornamentales. Algunas especies del orden Thysanoptera, conocidos como trips, tienen también preferencia por las sustancias intersticiales de los organismos vegetales. Estos animales ocasionan heridas en el tejido de la planta con sus mandíbulas, para permitir que la savia brote y poder alimentarse de esta.

Arácnidos

Otras de las plagas comunes de las plantas son los ácaros, diminutos arácnidos que viven sobre las hojas y tallos superiores de las plantas. Al igual que algunos insectos, estos animales producen heridas sobre el tejido y se alimentan del contenido celular, produciendo daños en hojas y brotes, que se evidencia en una apariencia amarillenta y débil del follaje.

Virus y bacterias

Los virus y bacterias son patógenos comunes en muchas plantas. Estos pueden producir una amplia gama de efectos, como la decoloración, crecimiento retorcido de las hojas y tallos, caída de las hojas, además del debilitamiento general del organismo. A pesar de esto, muy raras veces los virus y bacterias representan una razón de por qué se mueren las plantas, pues la mayoría de especies vegetales son capaces de tolerar las infecciones.

Para combatir los daños causados por infecciones virales y bacterianas, se suelen emplear estrategias de inmunización, además de la eliminación de plantas afectadas, para interrumpir su dispersión. Además, muchos virus son dispersados por insectos, por lo que mantener un control sobre estos animales también representa una estrategia preventiva contra las infecciones virales.

Macetas inteligentes

El por qué se mueren las plantas parece estar relacionado con una convergencia de factores que, en muchos casos, son difíciles de monitorear. En la actualidad, se han desarrollado distintas herramientas tecnológicas que permiten reconocer los variados aspectos y problemas que pudieran estar presentando las plantas. Entre ellas se encuentran las macetas inteligentes, que tienen varios sensores incorporados, a través de los cuales se observan los niveles de pH del suelo, la humedad y temperatura del sustrato e incluso, la concentración de algunos nutrientes.

De esta manera, las personas que deciden tener plantas de interior en este tipo de macetas, pueden monitorear periódicamente si su planta cuenta con las condiciones ideales para crecer y mantenerse sana. Estas herramientas se basan en la tecnología de las cosas (IoT), que además se conecta directamente con dispositivos electrónicos para alertar sobre posibles problemas, como notificar que la planta ha recibido suficiente luz solar y debe retirarse de la exposición directa al sol. Para ello, las macetas cuentan con una biblioteca de plantas de interior, donde almacena los datos y características de una gran variedad de especies vegetales. Gracias a esto, se pueden configurar de acuerdo al tipo de planta que se ha sembrado.

Referencias

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