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El ser humano ha necesitado de las labores de la tierra para cubrir las necesidades en cuanto a alimento se refiere desde tiempos remotos, poco a poco ha ido perfeccionando técnicas y seleccionando variedades que resulten más productivas, eficientes y con mejores cualidades organolépticas para el consumo. Diferentes tipos de agricultura han surgido desde entonces, algunas practicadas empíricamente, aprovechando los recursos disponibles y otras con mejores dotaciones tecnológicas, entre estas prácticas se encuentran los cultivos de secano y regadío, tema principal de estos párrafos, en los que se engloba la definición, características, ventajas, desventajas y ejemplos de cada uno de ellos.
¿Qué son los cultivos de secano y regadío?
La definición de los cultivos de secano y regadío es totalmente opuesta, por un lado se trata de aquellas prácticas agrarias donde no se adiciona artificialmente agua, sino que la disponibilidad de la misma va a depender de las precipitaciones, este tipo, el cultivo de secano, tiene la característica de que se produce en tierra semiárida, por lo se tienen que emplear mecanismos que garanticen la humedad del suelo durante el crecimiento y desarrollo de los vegetales. El término secano tiene su origen etimológico en el latín “siccanus”.
Por otra parte, en los cultivos de regadío como su nombre lo indica, se aplica el vital líquido a las producciones agrícolas de forma artificial, con métodos y tecnologías apropiadas, por lo que los vegetales siempre disponen del mismo cuando lo ameriten, todo ello, con el fin de obtener mejores rendimientos. Para este tipo de cultivos también suele emplearse la denominación de cultivos permanentes y en ellos es de relevancia escoger un tipo de riego adecuado en relación a las características de la planta a sembrar y los factores externos como el suelo.
Características
Por su contrariedad, los cultivos de secano y regadío también poseen caracteres que los distinguen, estos son los siguientes:
Los cultivos de secano tienen la característica de ser aleatorios, temporales, ya que se siembra durante cierta época conveniente y en otra se deja sin siembra, se produce en regiones semiáridas con lluvias que no superan valores de 500 mm anuales, generalmente corresponden a lugares con un solo tipo de cultivo (monocultivo), que emplea los recursos disponibles en el ambiente.
Los cultivos de regadío tienen como característica resaltante el mayor consumo o empleo artificial de recurso hídrico, esto les ofrece más flexibilidad, mayor diversificación, además que las explotaciones son más organizadas y se llevan a cabo a conveniencia del agricultor, sin depender de otras circunstancias.
Ventajas
Las principales ventajas o beneficios de los cultivos de secano y regadío son las siguientes:
En el caso de los cultivos de secano tienen como aspectos positivos que se necesitan menores costos de producción para su desarrollo, utilizando poca maquinaria y mano de obra, no se utiliza agua de consumo para su desarrollo y poseen un menor impacto en cuanto al ambiente se refiere, ya que como se ha mencionado se utilizan los recursos que se encuentran accesibles, como el agua de las precipitaciones, además emplear generalmente abonos orgánicos y con este conjunto de medidas se contribuye al cuidado del suelo.
En relación a los cultivos de regadío se puede obtener mayor productividad, se estima que por cada hectárea se incrementa la productividad hasta 6 veces más, al compararlas con los de secano. Además por el simple hecho de tener un control de condiciones como el agua, el productor tiene mayor seguridad, ya que el cultivo no puede verse afectado ante condiciones como la sequía. El cultivador puede disponer de una mejor organización y llevar a cabo el proceso en el tiempo que lo desee.
Desventajas
Además de las ventajas que ofrecen los cultivos de secano y regadío también presentan ciertas desventajas, estas son:
Los cultivos en secano suelen poseer menores índices de productividad, a la vez que están sujetos a las condiciones ambientales, por lo que eventos inesperados como sequías pueden afectar en gran medida la siembra y su rendimiento en general.
Los cultivos en regadío tienen como aspectos negativos el mayor costo de inversión para los insumos, maquinarias y manos de obra implementadas (dependiendo del método), además del mayor consumo del recurso hídrico. Otras de las desventajas en este tipo de agricultura se relacionan con el impacto ambiental que pueden tener, ya que tienen a requerir mayores consumos energéticos y un impacto negativo sobre el agua subterránea, con una mayor contaminación de la misma y una disminución de la conservación del suelo que se utiliza, ya que puede salinizarse y erosionarse.
Ejemplos de cultivos de secano y regadío
Los cultivos de secano y regadío se encuentra bastante extendidos a nivel mundial, en el caso de los primeros tenemos como más comunes a cereales como el trigo y la cebada, frutales como los almendros, el melón, los olivos o la vid y algunas hortalizas como el tomate y guisantes, entre otros; siempre es recomendable sembrar buenos ejemplares resistentes.
En el caso de los cultivos de regadío, es muy importante tener un adecuado conocimiento de las variedades a utilizar y sus requerimientos de agua y tipo de suelo, para obtener mejores resultados, estos sembradíos puede implementarse adecuadamente a mayor diversificación de especies, los más populares incluyen ejemplares frutales, algunas hortalizas y también en ciertos lugares el arroz u otros cereales para mejorar su rendimiento.
Referencias
– Demin, P. (2014). Aportes para el mejoramiento del manejo de los sistemas de riego. Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Catamarca. 28 pág.
– Escobar, R. (2014). El cultivo de secano. Revista de Geografía Agrícola; 52-53: 61-113. Disponible en: https://www.redalyc.org/pdf/757/75749284005.pdf
– Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). (2006). Ahorro y eficiencia energética en agricultura de regadío. Madrid, España. 36 pág.
– Lafarga, A. (2011). Agricultura de regadío y calidad del agua a nivel fuente y sumidero. Riegos y drenajes XXI: 24-33.
– Lloveras, J.; Cabase, M. (2015). Costes de producción de cultivos extensivos en secano y regadío. Vida rural: 38-47.
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