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Características de la pera
La pera es la fruta del peral (Pyrus communis), árbol que pertenece a la familia de las rosáceas. Es una fruta de tipo pomo, carnosa; su pulpa se caracteriza por ser consistente, jugosa, de sabor dulce y apreciablemente harinosa al paladar; su piel es delgada, lisa y puede ser de una tonalidad de color verde pastel, amarilla, café o rojiza, dependiendo de la variedad de la pera.
Debido a estas características y al valor nutritivo que posee, se considera que es un fruto altamente apreciado. La pera posee semillas color café, duras y ligeramente aplanadas. Tiene una forma oval, cónica, redonda o globosa (dependiendo de la variedad) y es considerada única e inconfundible: es por ello que cuando se hace referencia a algo afirmando que tiene forma de pera, de inmediato es entendido perfectamente.
Con el fin de sacar el máximo provecho a sus cualidades nutritivas, debe ser consumida fresca preferiblemente. La pera muy utilizada en la elaboración de compotas, zumos, néctares, ensaladas de frutas y algunos postres.
Propiedades de la pera
Entre las propiedades de la pera destaca que se trata de una fruta con un alto contenido de agua y potasio, lo que le confiere poder diurético. Posee vitaminas A, B y C en cantidades relativamente moderadas, así como otros minerales, principalmente yodo y magnesio, que se consideran esenciales para el organismo. Tiene mucho contenido de fibra tanto en su piel como en la pulpa. Además la pera contiene considerables cantidades de polifenoles así como folatos y taninos. La presencia en ella de flavonoides hace que posea características de antioxidante.
Beneficios de la pera
Se dice que los taninos que posee la pera le otorgan poder astringente y anti-inflamatorio, pudiendo servir como coadyuvante para la desinflamación de la mucosa intestinal. Por su aporte en el contenido de fibra, especialmente de tipo insoluble, que es rica en lignina, se le considera un alimento que tiene un efecto laxante suave. Los flavonoides que posee, con carácter antioxidante, le atribuyen a la pera beneficios anticarcinógenos, además de asociarla con la posibilidad de un riesgo menor de enfermedades de carácter coronario.
La pera también tiene fitoestrógenos que pueden actuar sobre pequeños vasos sanguíneos generando así un efecto beneficioso en ciertas enfermedades vasculares degenerativas comunes especialmente en ancianos y que son causantes de hemorragias gastrointestinales.
Características del peral (pyrus communis)
El árbol Pyrus communis o peral es caducifolio, bastante recto y su crecimiento es algo lento. El peral puede llegar a alcanzar entre los 10 y 15 metros de altura y su tiempo aproximado de vida pudiera ser de hasta 100 años.
Su copa presenta un aspecto piramidal, que en su juventud es redondeado y posteriormente adquiere forma ovalada. El tronco del peral es grueso y alto, con un perímetro entre 0,5 y 1,5 metros. Sus ramas son fuertes, espinosas y generalmente arqueadas, forman un ángulo de aproximadamente 45 grados con el tronco. Su corteza es lisa, verdosa o rojiza cuando joven, volviéndose pardo-oscura y con estrías longitudinales en la adultez. Las hojas son aovadas o redondeadas ligeramente brillantes por el haz y poseen un pecíolo de la misma longitud que la lámina o más corto; inicialmente tienen pelillos, pero finalmente se vuelven lampiñas. El margen de las hojas es ligeramente serrado.
El peral posee abundantes flores blancas (aunque en algunas ocasiones son rosadas), que generalmente requieren de un polinizador y son hermafroditas, pudiendo presentarse solitarias o agrupadas en un corimbo compuesto de entre 9 y 11 flores. La flor del peral posee un cáliz que contiene 5 sépalos persistentes; su corola es dialipétala, los pétalos se presentan con forma de uña, de suborbicular a oblongos y anchos; estambres entre 20 y 30, en grupos según sus filamentos por cinco y por diez; las anteras son de color rojo o púrpura. Tiene un ovario ínfero constituido por cinco celdas, cada una de estas celdas posee dos óvulos encerrados. Es un árbol cuya cosecha se produce en otoño y su fruto se obtiene en un lapso comprendido entre 5 y 8 años.
Cultivo y cuidados del peral
El peral requiere de entre 600 y 1000 horas de frío y se adapta bien a lugares secos y cálidos, así como a la baja y media montaña. Tiene cierta tolerancia a los suelos mojados. Puede llegar a florecer a una temperatura de 7º C y es resistente a temperaturas comprendidas desde -18º C a -20º C y hasta -40º C en pleno reposo invernal. El peral se adapta más al frío que al calor; es por esto que en Europa su cultivo se extiende hasta los 55 grados de latitud y se eleva a 1200 m. de altitud. La humedad y el rocío abundante durante la floración no le favorecen, por el contrario, le son nocivos.
El peral se cultiva bien en un terreno que contenga aproximadamente en iguales proporciones sílice, cal y arcilla. Su cultivo se logra bien en suelos silíceos pero no es así en suelos calizos secos, arcillosos y mal drenados.
El peral se poda, a finales del invierno o a comienzos de la primavera, con el fin de eliminar las ramas indeseadas y para darle mejor forma. Es recomendable que desde un primer momento se le dé al árbol una forma más abierta que cerrada, así como reducir la altura y fomentar su expansión lateral, con el propósito de regular las corrientes de savia y fomentar la producción.
Autores consultados
- Aedo, C. y Aldasoro, J. J. (s/f)
- Árboles Ornamentales (2005)
- Ceballos, L. y Ruiz de la T., J. (2001)
- Chinery, M. (1988)
- Coombes, A. J. (1999)
- Guzmán S., J. A. (2000)
- Lyle, S. (2006)
- Rodríguez, J. A. (2017)
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